Por ello el estudio radiográfico, aun en lesiones aparentemente intrascendentes, es obligatorio; su omisión es inexcusable. Se exigen dos radiografías anteroposteriores: una en posición neutra, con pie al zenit y otra, con pie en rotación interna de 20° con el objeto de mostrar la articulación tibio-peronea inferior en un plano coincidente con el de sus superficies articulares. Ello identifica la posible diástasis articular.La segunda proyección es lateral, y muestra posibles rasgos de fractura maleolares. No es infrecuente que fisuras o aun fracturas graves, sean difícilmente identificables en un solo plano anteroposterior. El examen radiográfico señalado puede complementarse con radiografía anteroposterior con inversión forzada del retro-pie. El examen debe realizarse con muy buena anestesia local o general y la maniobra debe ser practicada por el propio traumatólogo. De resultar positiva, muestra el desplazamiento del cuerpo del astrágalo dentro de la mortaja, y la diástasis de la articulación tibio-peronea inferior. La confirmación radiográfica de que no existen lesiones óseas, no autoriza para considerar a la lesión como intrascendente o de poca importancia. La sola lesión de las partes blandas, puede llegar a ser de extrema gravedad. La posibilidad, muy frecuente, de una subluxación astragalina, con diástasis de la sindesmosis, reducida en forma espontánea, debe ser cuidadosamente considerada en todos los casos. El pronóstico de este tipo de lesiones es grave y ello debe ser tomado en cuenta en la decisión terapéutica.
¡¡¡BIENVENIDOS!!!
Buenas! Bienvenidos a nuestro blog, somos un grupo de estudiantes de la carrera de Licenciatura en Kinesiologia y Fisiatria de la Facultad de Ciencias de la Salud, dependiente de la Universidad Nacional de Entre Rios, Argentina, que cursa actualmente el 5to año de dicha carrera y pertenecemos a la catedra de Bioinformatica y Rehabilitacion Computacional que se esta dictando a partir de este mes de agosto de 2010.
Este blog tiene como objetivo recopilar informacion sobre los esguinces de tobillo que sufren los deportistas (futbolistas en este caso) de alta competencia para irnos formando y concientizarnos que este atleta necesita de un cuidado diferente a otro paciente, sus demandas son diferentes, los tiempos en deporte son cada vez mas cortos y el atleta nos va a exigir una pronta recuperacion. En este blog nos proponemos brindarles toda la información que recopilemos sobre esta lesión como así también sus distintos tratamientos y tiempos de recuperación, mas que nada en la alta competencia, donde como ya hemos dicho urge devolver al deportista (en este caso al futbolista) a su actividad normal en el menor tiempo y la mejor forma posible.
Pasen, vean, comenten, critiquen, queremos saber su experiencia en el tema. Que tengan una linda experiencia.
Gracias por visitarnos y una vez mas, BIENVENIDOS!
lunes, 30 de agosto de 2010
07 - ¿Que tan importante es una Rx en el diagnostico de un esguince de tobillo?
Es imperativo y debe realizarse a la mayor brevedad. Deducir un diagnóstico cierto, basándose sólo en hechos clínicos, implica el riesgo de cometer errores de diagnóstico.
sábado, 28 de agosto de 2010
06 - El futbolista y el esguince
El tratamiento de las lesiones en los deportistas de alta competencia debe ser tal, que permita al
jugador regresar al campo de juego en el menor tiempo y con el mismo nivel de eficiencia que tenían antes de la lesión. Los esguinces de tobillo están entre las lesiones más frecuentes en los jugadores de fútbol.
El deportista es, por regla general, un individuo sano con buena motivación. No obstante, una lesión que puede ser de escasa trascendencia para otro paciente, puede representar un serio deterioro para él y, por esta razón, el médico debe apreciar el valor que ocupa el deportista en el deporte.
El futbolista de alta competencia se ve sometido a muchas presiones para desempeñarse en un alto
nivel de eficiencia. Por tal motivo, es importante dar a sus lesiones un manejo que le permita volver
a la competencia en el menor tiempo posible y en el mismo nivel o mejor del que tenía previamente.
Los esguinces de tobillo (ET) son, junto con las lesiones ligamentosas de la rodilla, las lesiones más comunes vistas en los jugadores de fútbol. El objetivo de realizar un estudio de futbolistas con ET, es tratar de conocer un protocolo de manejo de rehabilitación, a fin de lograr su pronto regreso
a la competición.
Por eso hemos tomado para empezar, como ejemplo un estudio que realizo la Medica Fisiatra Mariana Tovar Sánchez, que tambien es Docente del Departamento de Medicina Física y Rehabilitación de la Facultad de Salud, dependiente de la Universidad del Valle de Cali, Colombia.
Ella y sus colaboradores en un período de 22 meses se evaluaron y manejaron 20 futbolistas, edad promedio, 16.8 años, con lesiones ligamentosas de tobillo. Los tiempos de recuperación promedio fueron 14.8 días para esguince grado I; 44 días para esguince grado II; y 62 días para esguince grado III.
De octubre de 1992 a agosto de 1994, ingresaron al Departamento Médico de la Corporación Deportiva América, 20 jugadores de fútbol pertenecientes a las diferentes divisiones del club, quienes habían presentado durante su actividad deportiva, lesiones ligamentosas a nivel de tobillo.
La edad promedio fue 16.8 ± 4.26 desviaciones estándar (DE) (intervalo de 14 a 25 años). El tobillo
derecho se lesionó en 11 jugadores, el izquierdo en 9. El grado de lesión fue: esguince grado I, 14;
esguince grado II, 3; esguince grado III, 3. Los ET se clasificaron en:
Grado I. Cuando el atleta presentaba historia de torsión de tobillo, dolor en el área ligamentosa sin evidencia de edema maleolar o edema leve y pruebas de estrés negativas (cajón, inversión-eversión).
Grado II. Cuando el atleta presentaba historia de torsión del tobillo, dolor en el área ligamentosa,
edema maleolar y/o equimosis perimaleolar y pruebas de estrés negativas o dudosas. Apoyo doloroso pero posible.
Grado III. Cuando el atleta presentaba historia de torsión del tobillo, dolor severo en el área ligamentosa, edema y/o equimosis bimaleolar severos, pruebas de estrés francamente positivas. Apoyo imposible.
Se tomaron radiografías en los casos de esguince grado III y en aquellos con mucha sensibilidad en el área ósea. En ningún caso se tomaron radiografías en estrés. El tratamiento de las lesiones ligamentosas de tobillo se llevó a cabo con el siguiente protocolo:
En ET grados I y II:
PRIMERA SEMANA:
-Modalidades físicas
Primeras 48 horas: crioterapia, vendaje elastico,
neuro estimulador laser, AINEs
Siguientes 5 dias: calor humedo, ultrasonido,
neuroestimulador laser, AINEs, hidroterapia.
Ejercicios activos en arco sin dolor.
Ejercicios contra resistencia manual (no
inversion).
Bicicleta estatica
SEGUNDA SEMANA
-Modalidades fisicas
-Estiramientos suaves
-Fortalecimiento: Thera-Band (para hacer
resistencia progresiva), escalones, pesas.
-Bicicleta estatica
-Propiocepcion
TERCERA SEMANA
-Estiramientos
-Fortalecimiento
-Trote (proteccion, vendaje)
-Trabajo de campo
En ET grado III: Reparo quirurgico. Inmovilizacion
con ferulas por 3 semaas
Luego:
PRIMERA Y SEGUNDA SEMANA
-Modalidades fisicas (no hidroterapia)
-Bicicleta estatica una pierna
TERCERA SEMANA:
-Modalidades fisicas
-Bicicleta estatica una pierna
-Hidroterapia
-Ejercicios activos en arco libre de dolor
CUARTA Y QUINTA SEMANAS
-Bicicleta estatica dos piernas
-Estiramientos
-Ejercicios contra resistencia manual
-Thera-band (intensidad progresiva
SEXTA SEMANA
-Bicicleta estatica
-Fortalecimiento: pesas, escaleras
-Propiocepcion
SEPTIMA SEMANA
-Bicicleta estatica
-Fortalecimiento: pesas, escaleras
-Propiocepcion
-Trote con proteccion
OCTAVA SEMANA
-Trabajo de campo: ochos. giros, cambios de
direccion de 90º, aceleraciones y
desaceleraciones
RESULTADOS
Los ET observados, representaron 15% de todas las lesiones vistas en el Departamento Médico de la Corporación Deportiva América en el período del estudio. El aparato ligamentoso lateral estaba afectado en 100% de los casos. El mecanismo de lesión fue inversión del pie, 16 casos; inversión más trauma directo, 2; inversión al caer de un salto, 1; e inversión más plantiflexión, 1.
Las alteraciones biomecánicas observadas fueron: debilidad muscular (músculos peroneos principalmente) en todos los casos; talo varo, 8 casos; y retracción del tendón de Aquiles, 7. A los rayos X se observó sólo una fisura en el tercio distal de la fíbula en un jugador.
Los tiempos promedio de recuperación, desde el momento en que se inició la rehabilitación o en que se realizó la cirugía, hasta el retorno a la competencia, fueron:
Esguince grado I: 14.8 días ± 4.8 DE (intervalo de 7 a 22 días)
Esguince grado II: 44 días ± 18.5 DE (intervalo de 30 a 65 días)
Esguince grado III: 62 días ± 4.5 DE (intervalo 50 a 67 días)
El regreso a la competencia se realizó, en todos los casos, protegido con vendaje de esparadrapo, que se mantuvo aproximadamente por 2 semanas en casos de esguince grado I; 4 semanas en casos de esguince II; y por 6 semanas en esguince grado III. No se presentaron recurrencias de las lesiones.
Bueno gente ya nos vamos acercando mas a lo prometido...comenten sus dudas...un abrazo.
05 - Algunas complicaciones que pueden ocurrir
Gente este material es para que no dejemos de tener en cuenta las complicaciones que pueden surgir
durante el curso de esta lesion.
Tanto si el esguince es externo, interno o anterior, pueden persistir algunos problemas:
hinchazón periarticular, dolor, rigidez del tobillo o una disminución de la estabilidad articular.
Edema residual:
Aparece sobre todo en personas de más edad. Es más frecuente cuando el esguince no ha sido tratado o cuando se han utilizado inmovilizaciones rígidas, sobre todo de forma prolongada. Se presenta tras prolongada bipedestación (al final del día) y normalmente se debe a la insuficiencia vasomotora desatada tras la inmovilización .
Lo más eficaz es la colocación de una media elástica por la mañana antes de levantarse. Inicialmente se retira en el momento de acostarse y, con posterioridad, cada día un poco más temprano. La criocinesia y los baños de contraste en dos o tres sesiones al día también se han mostrado eficaces.
Dolor:
En ocasiones, tras suspender el tratamiento, puede persistir dolor de características mecánicas que aparece con la deambulación prolongada y/o actividades físicas y a veces incluso en reposo. La persistencia de este dolor puede obligar a evaluar de nuevo para descartar alguna patología asociada. Es necesario descartar en este caso una lesión osteocondral del astrágalo.
El tratamiento se basa en técnicas fisioterápicas como corrientes de baja frecuencia, ultrasonidos, masajes transversales profundos, etc.
En algunos casos hay que recurrir a infiltraciones locales con corticoides a nivel de las inserciones y de los trayectos ligamentosos dolorosos.
Rigidez y bloqueo articular:
La rigidez articular se produce como consecuencia de prolongadas inmovilizaciones o por un temor exagerado del paciente a lesionarse. En este caso se remitirá al paciente a Rehabilitación.
El bloqueo articular puede deberse a fracturas osteocondrales no diagnosticadas.
En este caso se deberá remitir al paciente a Traumatología.
Inestabilidad:
Una consecuencia posterior al esguince puede ser la inestabilidad del tobillo, que es tanto mayor cuanto menos adecuado ha sido el periodo y tipo de inmovilización, y la posterior rehabilitación. El paciente percibe una cierta inestabilidad e inseguridad del tobillo con frecuentes torceduras posteriores. Si persiste tras la rehabilitación se puede remitir al especialista para valorar necesidad de tratamiento
quirúrgico.
Otras complicaciones menos frecuentes
– Distrofia simpática (Sudeck)
– Sdr del seno del tarso o esguince crónico del tobillo: dolor local persistente
localizado en el tarso.
Seguimos en breve!!!
durante el curso de esta lesion.
Tanto si el esguince es externo, interno o anterior, pueden persistir algunos problemas:
hinchazón periarticular, dolor, rigidez del tobillo o una disminución de la estabilidad articular.
Edema residual:
Aparece sobre todo en personas de más edad. Es más frecuente cuando el esguince no ha sido tratado o cuando se han utilizado inmovilizaciones rígidas, sobre todo de forma prolongada. Se presenta tras prolongada bipedestación (al final del día) y normalmente se debe a la insuficiencia vasomotora desatada tras la inmovilización .
Lo más eficaz es la colocación de una media elástica por la mañana antes de levantarse. Inicialmente se retira en el momento de acostarse y, con posterioridad, cada día un poco más temprano. La criocinesia y los baños de contraste en dos o tres sesiones al día también se han mostrado eficaces.
Dolor:
En ocasiones, tras suspender el tratamiento, puede persistir dolor de características mecánicas que aparece con la deambulación prolongada y/o actividades físicas y a veces incluso en reposo. La persistencia de este dolor puede obligar a evaluar de nuevo para descartar alguna patología asociada. Es necesario descartar en este caso una lesión osteocondral del astrágalo.
El tratamiento se basa en técnicas fisioterápicas como corrientes de baja frecuencia, ultrasonidos, masajes transversales profundos, etc.
En algunos casos hay que recurrir a infiltraciones locales con corticoides a nivel de las inserciones y de los trayectos ligamentosos dolorosos.
Rigidez y bloqueo articular:
La rigidez articular se produce como consecuencia de prolongadas inmovilizaciones o por un temor exagerado del paciente a lesionarse. En este caso se remitirá al paciente a Rehabilitación.
El bloqueo articular puede deberse a fracturas osteocondrales no diagnosticadas.
En este caso se deberá remitir al paciente a Traumatología.
Inestabilidad:
Una consecuencia posterior al esguince puede ser la inestabilidad del tobillo, que es tanto mayor cuanto menos adecuado ha sido el periodo y tipo de inmovilización, y la posterior rehabilitación. El paciente percibe una cierta inestabilidad e inseguridad del tobillo con frecuentes torceduras posteriores. Si persiste tras la rehabilitación se puede remitir al especialista para valorar necesidad de tratamiento
quirúrgico.
Otras complicaciones menos frecuentes
– Distrofia simpática (Sudeck)
– Sdr del seno del tarso o esguince crónico del tobillo: dolor local persistente
localizado en el tarso.
Seguimos en breve!!!
04 - Algo de Tratamiento
Gente esta entrada tiene que ver con el tratamiento. Recuerden que hasta ahora solo hablamos de esguince de tobillo en general, ya pronto nos iremos encaminando hacia el fútbol.
El tratamiento rehabilitador se basa en ejercicios para fortalecer las estructuras del tobillo y la fuerza muscular de la pierna. Estos ejercicios se pueden dividir en tres fases:
1ª fase: ejercicios de movilidad pasiva en descarga.
– Estiramientos del tendón de Aquiles (no hacerlos si produce dolor).
– Ejercicios de “alfabeto”: mover el tobillo en todas direcciones, como dibujando letras en el aire.
2ª fase: ejercicios de movilidad activa en carga, que se comenzará a realizar cuando desaparezca el dolor.
– Ejercicios isométricos contra resistencia, que puede ser una pared o el otro
pie: realizarlos en flexión dorsal y plantar, inversión y eversión (10 tandas de 5 segundos 3 veces al día).
– Ejercicios isotónicos, empleando como resistencia una goma, un peso o el otro pie. Efectuarlos despacio y bajo control, y también en las cuatro direcciones mencionadas (3 tandas de 10 repeticiones 2 veces al día; 1 segundo en la fase activa y 4 en la fase pasiva).
– Ejercicios con los dedos: coger bolitas o arrugar unan toalla.
3ª fase: entrenamiento propioceptivo con plataformas inestables, o caminando sobre suelos de diferente dureza (de duro a blando).
03 - Tratamiento en general
Bueno gente seguimos con generalidades de esta lesión, ya nos estamos acercando mas a nuestro objetivo. Ahora es el turno del tratamiento, es un tratamiento basico, luego nos avocaremos a las modificaciones pertinentes y especificas para el deportista de alta competencia.
Para empezar debemos decir que la mayoría de los esguinces pueden ser tratados con éxito por el Médico de Atención Primaria. Inicialmente hay que tratar el dolor y el proceso inflamatorio acompañante, cuya duración depende de la respuesta inflamatoria que tenga el paciente, y posteriormente nos ocuparemos de la inmovilización de la articulación, cuya técnica variará en función del grado lesional.
Medios terapéuticos básicos:
• CRIOTERAPIA: es el mejor antiinflamatorio. La aplicación de una bolsa de hielo o bolsa especial de crioterapia debe ser efectuada con la mayor brevedad posible tras el accidente y mantenerla las primeras 48 horas. Es aconsejable interponer un paño húmedo entre la fuente de frío y la piel, mantenerlo durante unos veinte minutos y repetir la aplicación 3 o 4 veces al día en función del grado de
inflamación y la evolución de la lesión. La aplicación de frío local quedará supeditada
a la necesidad de aplicar un vendaje antes de las 48 horas.
• VENDAJE ELÁSTICO COMPRESIVO: inicialmente no debe ponerse un vendaje compresivo a no ser que tengamos la seguridad de que no va a haber más edema, pues de lo contrario aumentará en dolor por el síndrome compartimental provocado. Sin embargo este tipo de vendaje puede estar indicado en el tratamiento de continuación. Con este tipo de vendaje se busca conseguir un cierto grado de
funcionalidad, además de controlar o reducir el edema.
Se recomienda revisión en 5-7 días para retirarlo o sustituirlo, en caso necesario, por otro igual, o uno funcional.
• VENDAJE FUNCIONAL DEL TOBILLO: es un sistema de inmovilización parcial que permite al paciente una movilidad, al menos mínima, sin impedir que continúe con su actividad habitual y laboral e incluso que pueda seguir practicando deporte.
El objetivo de este vendaje es limitar selectivamente sólo la función del ligamento lesionado, permitiendo el resto de los movimientos articulares.
• ELEVACIÓN DEL MIEMBRO
• REPOSO SIN APOYO: al menos durante 48 horas. Posteriormente se puede autorizar la deambulación a medida que el paciente comience a tolerarla.
• Puede añadirse AINEs, o analgésicos.
INMOVILIZACION
La elección del sistema para la inmovilización variará según el grado de la lesión. Aunque en numerosas ocasiones nos vamos a encontrar circunstancias que pueden hacer variar la indicación como la personalidad del paciente, su edad, su actividad deportiva y/o profesional y los medios de que dispongamos. En general, para cada grado de esguince la inmovilización será la siguiente:
Grado I: tras el tratamiento del proceso inflamatorio inicial (aplicación de frío local) puede optarse por un vendaje elástico-adhesivo durante una semana que debe abarcar desde la raíz de los dedos hasta debajo de la rodilla, o bien un vendaje funcional. Es recomendable, además de no recurrir nunca a la inmovilización total rígida, iniciar una movilización activa del tobillo, sin llegar a producir dolor, y
posteriormente una deambulación precoz y progresiva.
Grado II: hay que asegurar una eficaz protección de los ligamentos dañados.
– Puede optarse por un vendaje funcional (strapping) durante tres semanas o por un vendaje elástico compresivo.
– Cuando no podamos asegurar una correcta protección del tobillo o el proceso inflamatorio sea importante optaremos por un tratamiento ortopédico con férula de escayola (también optaremos por la férula cuando no podamos asegurar una buena inmovilización con el vendaje). Ésta debe colocarse precozmente, abarcando desde la raíz de los dedos hasta debajo de la rodilla y que manteniendo el tobillo en ángulo recto. A las 48 horas, tiempo suficiente para que disminuya la tumefacción, algunos
autores recomiendan sustituirla por un botín de escayola que se retirará a las 3 semanas después de la lesión.
Grado III: el tratamiento de elección es la inmovilización enyesada y elevación del pie durante tres o cuatro semanas. Posteriormente se completa el tratamiento con vendaje funcional durante 10-15 días más. Con este grado lesional no debe inmovilizarse sólo con vendaje funcional, ya que no impide los movimientos anormales del tobillo. Algunos autores opinan que en los esguinces de grado III debe
efectuarse tratamiento quirúrgico.
Espero que este siendo de su agrado la info que les estamos brindando...Un abrazo la seguimos en breve...
02 - Que hacer cuando llega el paciente
¿Que tenemos que preguntar para hacer una correcta anamnesis?
Bueno para empezar diremos que es importante recoger los siguientes datos:
• Datos personales: edad, actividad laboral y actividad deportiva.
• Mecanismo lesional: circunstancias que ocasionaron la lesión, aunque hay que resaltar que no siempre existe correlación entre la importancia del traumatismo y la gravedad aparente de la lesión.
El mecanismo lesional más frecuente en la típica “torcedura del pie”, y que suele ser una combinación de flexión plantar del tobillo e inversión del pie.
En los esguinces del ligamento deltoideo el mecanismo es la combinación de dorsiflexión y eversión excesivas.
En los esguinces de la sindesmosis(lesión del ligamento peroneo-tibial anterior) el mecanismo lesional es parecido, produciéndose de hecho en muchas ocasiones, roturas del ligamento deltoideo asociadas con roturas de la sindesmosis.
• Antecedentes de lesiones previas en la misma zona.
• Características del dolor: variaciones en ritmo e intensidad desde que se produjo la lesión. Habitualmente, el dolor súbito inicial suele seguirse de una fase de analgesia parcial, para posteriormente aumentar de nuevo la sensación dolorosa. Este es el motivo por lo que no es raro que el paciente acuda a urgencias bastantes horas después del episodio traumático. En las roturas ligamentosas completas
el dolor puede ser paradójicamente escaso.
• La percepción de crujido o sensación de desgarro, que suele ser signo de gravedad
de la lesión.
Luego comenzaremos el examen fisico, siempre respetando el protocolo del mismo.
INSPECCIÓN
En la inspeccion tendremos que valorar el grado y localización del edema, presencia de equimosis y de deformación. Tambien valoraremos el grado de funcionalidad de la articulación: es decir la posibilidad de apoyo y movilidad activa.
Hay que tener en cuenta que las fracturas de tobillo, cuando están desplazadas, suelen presentar una deformidad evidente. Y que la tumefacción que se produce en los grados II y III puede dar la falsa impresión de la deformidad propia de la fractura.
Por ello las deformidades importantes precisan estudio radiográfico.
PALPACIÓN
Hay que realizar la palpación mediante la presión cuidadosa con la punta de los dedos de las zonas anatómicas de mayor interés.
En primer lugar comenzaremos por los relieves óseos para evaluar posible presencia de fractura ósea asociada: maleolo tibial y peroneo, y base del 5º metatarsiano.
Después palparemos los ligamentos descritos en el recuerdo anatómico. En un esguince leve normalmente habrá dolor delante del maleolo peroneo. Es aconsejable palpar el borde óseo posterior del peroné intentando empujarlo hacia delante, ya que la aparición de dolor debe hacer sospechar una posible fractura o fisura del maléolo peroneo. También se debe palpar toda la longitud de la tibia y del
peroné para descartar fracturas del peroné proximal (fractura de Maissoneuve) que puede asociarse a la lesión de la sindesmosis.
La palpación dolorosa sobre la base del 5° metatarsiano puede indicar una avulsión de la inserción del peroneo lateral largo.
Para diagnosticar el esguince de la sindesmosis puede ser útil efectuar una compresión de tibia y peroné, y la rotación externa del pie respecto de la tibia y peroné, lo cual produce dolor intenso en articulación tibioperonea distal.
MOVILIZACIÓN
La movilidad activa estará condicionada por el grado de lesión y el tiempo de evolución de la lesión.
La movilidad pasiva se explora para evaluar el estado de cada uno de las estructuras ligamentosas y el grado de estabilidad articular. Constituye la exploración que mejor orientará a la confirmación de rotura ligamentosa.
Maniobras: ( siempre comparadas con el lado sano)
La maniobra más demostrativa de lesión es la reproducción del mecanismo lesional, pues reproduce el dolor en el lugar de la lesión. Hay que tener en cuenta que la inversión pasiva del pie produce dolor tanto en esguinces como en fracturas, mientras que el evertir el pie produce dolor en la zona del maleolo peroneo en las fracturas y no en esguinces leves. Cuando reproducimos el dolor con la movilización
hay que pedir al paciente que señale con precisión la localización del dolor.
Bostezo articular: con ambas manos se fija el calcáneo y la pierna, y se realiza movimiento de varo y valgo, comparando con la articulación contralateral. Cuando existe bostezo, indica laxitud y posible lesión ligamentosa.
Cajón anterior: se realiza sujetando con una mano la tibia y con la otra traccionando
el pie hacia delante. Esta maniobra explora la articulación tibiotarsiana, y si
resulta positiva indica lesión ligamentosa grave.
RADIOLOGÍA
El estudio radiográfico puede ser:
Estándar, que incluirá proyección antero-posterior y lateral, y que puede poner de manifiesto una posible fractura o arrancamiento de inserción ligamentosa.
Forzada, que se realiza para cuantificar el grado de inestabilidad articular.
Proyección de la Mortaja (proyección anteroposterior con la pierna en 15°-20° de rotación interna): muestra mejor la interlínea articular.
Para decidir cuándo pedir un estudio radiográfico se puede seguir las “Reglas de Ottawa”, que tienen una sensibilidad del 100% en la detección de fracturas maleolares y del pie. Según estas reglas deben efectuarse radiografías:
• Cuando un paciente con antecedente traumático reciente presente dolor a la palpación en la mitad posterior de los 6 cm. distales de tibia y peroné.
• Cuando exista incapacidad para cargar peso inmediatamente al traumatismo.
• Si aparece dolor al palpar el hueso navicular o la base del 5º metatarsiano.
Bueno gente, ya nos estamos informando un poco mas para ir llegando a lo que nos interesa que es esta lesión en el fútbol. La seguimos en breve!
01 - Esguince de Tobillo, lo que hay que saber
Buenas! Para empezar con nuestro sitio vamos a refrescarnos un poco la memoria con lo basico que hay que saber de esta lesión.
Por esguince se entiende la distensión o rotura total o parcial de un ligamento que se produce como consecuencia de la tracción o excesivo estiramiento del mismo. Es la lesión más frecuente del aparato locomotor, aunque no se conoce con exactitud su frecuencia de presentación ya que la mayoría de los pacientes con pequeños esguinces muchas veces no acuden a los servicios de urgencia.
Pese a esto el esguince de tobillo es la causa más frecuente de demanda asistencial en un servicio de urgencias, llegando hasta el 10 % de todos los motivos.
Suele ser una lesión infravalorada tanto por el médico como por el propio paciente, y por tanto a veces se trata de forma insuficiente, siendo motivo de lesiones residuales, tumefacciones crónicas e inestabilidad articular.
Una breve reseña anatomica no nos viene mal no?
Brevemente diremos que la región anatómica del tobillo está formada por dos articulaciones, la articulación tibioperoneo-astragalina (compuesta por el extremo distal de la tibia, el peroné y el astrágalo) y la subastragalina (tróclea del astrágalo y calcáneo).
Los ligamentos de esta región son
•El ligamento lateral interno (lig. deltoideo) que es el principal elemento de estabilidad del tobillo.
•El ligamento lateral externo, con sus 3 fascículos: peroneoastragalino anterior, peroneocalcáneo y peroneoastragalino posterior. La mayoría de los esguinces se producen por lesión del ligamento peroneo-astragalino anterior.
La articulación tibioperonea-tarsiana sólo permite movimientos de flexoextensión con una amplitud de hasta 15º de dorsi-flexión, y de 55º de flexión plantar, mientras que la articulación subastragalina sólo permite movimientos de supinación (hasta 30º) y de pronación (hasta 10-20º).
Ahora bien, ¿Son iguales todos los esguinces de tobillo? La respuesta es no. Esta lesión se puede clasificar en 3 grados según su gravedad. Nosotros tomaremos la clasificacion del "American College of Foot and Ankle Surgeons" (Colegio Americano de Cirujanos del Pie y Tobillo):
-GRADO I (desgarro parcial de un ligamento): existe dolor, cuya intensidad puede ser muy variable según los casos, y que suele aparecer tras un periodo de menos dolor. La impotencia funcional no existe o es mínima y existe poca tumefacción de la zona. No hay inestabilidad articular.
-GRADO II (desgarro incompleto de un ligamento con incapacidad funcional moderada): hay dolor a la palpación sobre las estructuras lesionadas. Existe tumefacción precoz por el edema de partes blandas, y equimosis en las primeras 24-48 horas. La impotencia funcional es moderada. Existe inestabilidad articular que se pone se manifiesto con las maniobras de movilidad pasiva.
-GRADO III (rotura completa y pérdida de integridad de un ligamento): la tumefacción por el edema y el hematoma local es inmediata tras el accidente. La equimosis es también precoz. El dolor es intenso desde el principio, con percepción clara de la gravedad por parte del paciente. Existe impotencia funcional total, con imposibilidad para el apoyo. En ocasiones a esta fase inicial de dolor agudo e intenso puede seguir otra de analgesia debido a rotura de haces nerviosos aferentes.
Ya tenemos una pequeña base, la seguimos en breve!
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